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La mayor riqueza de la ciudad es su Patrimonio Artístico-Histórico, pasear actualmente por sus calles es hacer un viaje por la Historia no solo de la propia ciudad sino también de la historia de España.

En Trujillo dejaron sus huellas los romanos, visigodos y árabes, hasta 1232 en que se recupera definitivamente la Villa para las huestes cristianas.

El Castillo o Alcazaba, siglo X , en base romana, acabado árabe.

Durante los siglos XV y XVI fue cuando Trujillo tuvo su mayor auge, hoy en día andar por la Villa , la parte antigua, es pasear por una ciudad Medieval, deleitarse viendo los palacios y casonas con sus blasones y escudos, sus callejas estrechas, canterías y formas arquitectónicas que se han conservado en un estado excelente. Algunos ejemplos como la portada y balcón de esquina del Palacio de los Chaves Calderon y Carvajal, de estilo renacentista con un balcón y puerta de esquina obra arquitectónica de Francisco Becerra, nacido en Trujillo arquitecto y cantero que viajó a América, donde trabajó en varios países. También destacamos la portada del Palacio de Santa Marta, y la llamada Puerta de las Yeguas, tambien de Becerra. Los Alcázares de los Bejaranos y de Chaves el Viejo, la Casa fuerte de los Escobar, magnífico, o el Alcazarejo de los Altamiranos, son algunos de los edificios que magnifican a Trujillo, pero el mayor halago es para Santa Maria la Mayor , durante su dominio los árabes edificaron una mezquita, convertida después en un templo cristiano, su arquitectura mezclando diferentes estilos, las bóvedas obra de Sancho Cabrera, maestro de cantería en Trujillo, un soberbio coro plateresco, capiteles y columnas románicas, pero la “joya de la corona” será el magnífico Retablo de Fernando Gallego, pintor de la escuela hispano-flamenca. El Retablo consta de 24 tablas desde el nacimiento, muerte y resurrección y Ascensión de Jesús.

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